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Cyber Kill Chain: El Ciclo de Vida de un Ciberataque

En el panorama digital actual, la importancia de la ciberseguridad no puede ser subestimada. A medida que las ciber-amenazas continúan evolucionando, entender las tácticas empleadas por los atacantes es crucial. Un marco que ha demostrado ser muy útil en este esfuerzo es el conocido como Cyber Kill Chain. Este modelo describe las etapas de un ciber-ataque, proporcionando un enfoque estructurado para comprender y defenderse contra las amenazas. A continuación, profundizaremos en las siete etapas de la Cyber Kill Chain utilizando como referencia una infografía de Lockheed Martin. Puedes ver la infografía completa aquí!

Figura 1 Cyber Kill Chain. Fuente: https://www.lockheedmartin.com/en-us/capabilities/cyber/cyber-kill-chain.html

Etapa 1: Reconocimiento

La primera fase, el Reconocimiento, implica la recopilación de información sobre el objetivo. Esta etapa es similar a un atacante investigando un lugar físico antes de planificar un robo. Aquí, los ciber-delincuentes recopilan datos sobre la infraestructura del objetivo, su personal y vulnerabilidades. Esto puede incluir la utilización de fuentes de información pública (OSINT), enumeración de sistemas de nombres de dominio (DNS) y técnicas de ingeniería social. Los equipos de seguridad pueden contrarrestar esta fase monitoreando fuentes públicas de información relacionadas a la organización.

Figura 2 OSINT. Fuente: Google

Etapa 2: Armamento

En la fase de Armamento, el atacante crea un payload malicioso, a menudo en forma de malware, para explotar una vulnerabilidad descubierta durante el reconocimiento. Este payload se elabora para evadir la detección. Es crucial para las organizaciones mantenerse actualizadas en cuanto a parches de seguridad y proteger dispositivos finales para mitigar los riesgos asociados con esta etapa. Puedes encontrar un articulo completo sobre malware aquí!

Figura 3 Malware. Fuente: Google

Etapa 3: Entrega

La fase de Entrega implica la transmisión del payload malicioso al objetivo. Esto puede ocurrir a través de varios canales, incluidos correos electrónicos, sitios web o incluso medios físicos. Los atacantes pueden emplear técnicas como correos electrónicos de phishing o descargas involuntarias. Implementar filtrado de correos electrónicos, filtrado web y concientizar a los empleados sobre hábitos seguros de navegación son defensas esenciales contra esta fase.

Figura 4 Correos Maliciosos. Fuente: Google

Etapa 4: Explotación

Una vez que el payload llega al sistema objetivo, comienza la fase de Explotación. El malware ejecuta su código, aprovechando la vulnerabilidad para la que fue diseñado. La aplicación oportuna de parches de seguridad, evaluaciones de vulnerabilidad regulares y la segmentación de redes son medidas clave para frustrar intentos de explotación.

Figura 5 Código Arbitrario. Fuente: Google

Etapa 5: Instalación

En la fase de Instalación, el atacante establece una presencia persistente dentro del sistema comprometido. Esto puede implicar la instalación de puertas traseras, rootkits u otras técnicas sigilosas. Emplear mecanismos de autenticación sólidos, monitorear la actividad anómala y llevar a cabo auditorías de seguridad regulares puede ayudar a detectar y mitigar instalaciones no autorizadas.

Figura 6 Puertas Traseras. Fuente: Google

Etapa 6: Comando y Control

Habiendo obtenido persistencia en el entorno objetivo, el atacante busca establecer un canal de comunicación de regreso a su infraestructura. Esta fase, conocida como Comando y Control, permite al atacante administrar el sistema comprometido de forma remota y extraer datos sensibles. Emplear monitoreo del tráfico de red, sistemas de detección de intrusos (IDS) y firewalls con capacidades avanzadas de detección de amenazas son cruciales para detectar y prevenir actividades de Comando y Control.

Figura 7 Control Remoto. Fuente: Google

Etapa 7: Acciones sobre Objetivos

La fase final, Acciones sobre Objetivos, es donde el atacante logra su objetivo final. Esto podría implicar robo de datos, interrupción de operaciones u otras actividades maliciosas. Implementar cifrado de datos sólido, controles de acceso y sistemas de detección de amenazas avanzadas puede mitigar significativamente los riesgos asociados con esta fase.

Figura 8 Brecha de Datos. Fuente: Google

Conclusión

Comprender la Cyber Kill Chain proporciona a las organizaciones un marco para comprender el ciclo de vida de un ciber-ataque. Al descomponer el proceso de ataque en fases distintas, las organizaciones pueden implementar medidas de seguridad específicas en cada etapa. Este enfoque proactivo es esencial, ayudando a las organizaciones a mantenerse un paso adelante de los adversarios y proteger sus activos valiosos.

Esta entrada está licenciada bajo CC BY 4.0 por el autor.